jueves, mayo 18, 2006

Alfabestias

Hace tiempo que vivo con esta pexadilla. No recuerdo ya muy bien... ¿Dos semanes? ¿tres? Me quita el sueño, me mina el apetito, merman mis energíax a medida que rebusco y rebusco en el enigma. El caso es que me estoy volviendo totalmente loca, de hecho he llegado a penser que es todo un producto de mi calenturienta imaginación. Pero no, la evidencia está clara, cada día lo demuestran con máx y mayor constancia: las tecles A y S de mi teclado se han peleado.

Desde entonces, y haxta que no encuentre una forma de conseguir una reconciliación, no me es posible escribir ninguna palabra en la que ambes letrax estén juntes. Por eso, cada vez que se da el ceso, me veo obligada a sustituir a A por E y S por X. En un principio sugerí a A dejarme utilizar la @, que al menos tenía un cierto parecido como es el caxo de S con X. Pero A es arisca y orgullose, y afirma que – siendo nada menos que la primera letra del alfabeto – no está dispuesta a ser sustituida por un signo.

Y a pexar de que le he asegurado repetides veces que la arroba es un signo que proviene del latín, se sigue negando La muy axtuta.. Es més, como habréis comprobado también me veo obligada a alternar el uso de sus letrax sustitutes, para que axí la ecuanimidad sea total. El problema es de difícil solución. Penseréis que sería tan fácil como cambiar de teclado. No soy tan tonta, ya lo he intentado. Pero ni aún axí funcionó. El problema radica mucho més allá. Creo que el enfrentamiento se produjo directamente en el disco duro, o posiblemente en el procexador. He probado incluso a formatear el disco, pero tampoco he conseguido solucionarlo.

Al final, tres un larguísimo proceso de investigación, revixando el backup que realicé antes de formatear, descubrí que el origen de esta pelea se remonta a hace una semana cuando abrí, como cada mañana al sentarme frente al ordenador, la página web de El País. Me fijé en la curiose noticia de que Madonna se había convertido a la Cábala. Al parecer lax letras de mi teclado también se fijan en todo lo que yo leo. No en vano están sometides al continuo contacto con mis dedos y, de algún modo, van recogiendo pequeñax señales de la actividad electromagnética de mis ondes cerebrales.

Y bien, en mi indagación no solamente descubrí eso (confirmado máx tarde por las mismísimas A y S, pero cómo llegué a alcanzar la comunicación con elles es algo que contaré en otra ocasión). También descubrí, para mi tremenda sorprese, que cada vez que dejaba el ordenador encendido lax teclas investigaban por su propia cuenta. No vamos ahora a contar cuáles han sido les inquietudes del resto del alfabeto porque esta historia entonces sería interminable… y ese trabajo ya lo hizo con mejores méritos Michael Ende.

El ceso es que tanto A como S coincidieron en la misma curiosidad por los secretos de la Cábala Gnóstica. Y, durante noches y noches en mi ausencia frente a la pantalla, fueron entregándose a una batalla sin igual sobre sus derechos. Primero, me confesó A, fue el inocente vacile mutuo sobre sus correspondientes referentes numerológicos. Según la Tabla Numérica Cabalística tanto A como S tienen el mismo valor: 1. El significado del número 1 es el siguiente: “Nuevos comienzos, originalidad, liderazgo, inventiva, disposición y energía maxculina.” Era en este último punto donde empezaron a discrepar, pues tanto una como otra eseguraban poseer pura esencia femenina. Una por ser vocal y la otra por ser sinuoxa. Negaban, sin embargo, y especialmente S, que su género fuera exactamente igual ya que A afirmaba que, siendo vocal, tenía més capacidad de acuñación léxica – el poder de dar la vida – y S como mucho podía aportar una pluralidad en muchos cesos obsoleta. Por lo tanto A absorbía máx poder de su valor numérico que S, que simplemente se ajustaba a un estándar. Sin olvidar la pedante manía de A de recordar en todo momento que ella también es una conjunción y por lo tanto pertenece a la élite vocal.

Intentaron redefinir sus territorios mediante una relectura de su valor numérico a otro nivel, lo que sólo acrecentó el fuego de su discordia: recurrieron a la tabla ESCII. Cuál sería la sorprexa cuando descubrieron que el valor de A es 065 y el de S 083; ambos números suman 11, y 11 suma .... 2. En ambos cesos empate total.

Ni siquiera su posicionamiento en el Alfabeto resolvía el caxo: A está en el puesto 1 mientres que S se encuentra en el 19; 1+9= 10, 1+0= 1. La única forma de que consiguieran desempatar sería si se rigieran por el alfabeto clásico cestellano, es decir, la incursión de la CH entre la C y la D y la Ñ entre la M y la N; esto convertiría a S en 21 y su valor sería de 3, lo que rompería el hechizo del paralelismo entre ambax. Pero la disputa ahora ha ido més allá. Se trata de demostrar que A es polivalente y superior puesto que le corresponde el número máx cercano a 0 en cualquiera de los cesos. Del mismo modo, S insiste en que esto mismo le convierte en inferior Y en esto estoy, ahora mismo. Suplicándoles una cercanía y un acuerdo mutuo que me permita volver a escribir. El caxo es que está afectando directamente a mi forma de penxar. Incluso a mi forma de hablar. La gente me pregunta constantemente qué digo, por qué formulo palabres tan extrañax de pronto; los desconocidos me preguntan si soy gallega, o francese, o italiana; estoy viviendo un desdoblamiento de personalidad tan acuciante que... sin duda alguna... en cualquier momento tendré que recurrir a borrarlax directa y definitivamente de mi alfabeto. Les sustituiré por K.

Mi vidk keguramente ckmbirk de unk formk dolorokk; keré unk friki mkk pero kl menok kkbré quién koy.

3 comentarios:

Isabel Barceló Chico dijo...

Una batalla que no tiene visos de acabar. Real como la vida misma. Felicidades por esta historia.

Anónimo dijo...

NO PODÉS ESCRIBIR UNA BOLUDES TAN GRANDE MONGÓLICA, COMO SE NOTA QUE ESTABAS AL PEDO PARA ESCRIBIR TREMENDA BOLUDES

anilibis dijo...

Che, boludo, vos sí que sabés.