domingo, noviembre 19, 2006

El dios de barro


Perdí la fe en ese dios de barro.
Barrí la estela de sus milagros
Y de su estampa.
Guardé el rosario, cerré la urna,
Quemé el altar.
Olvidé los rezos y plegarias,
Rasgué los restos de devoción.
Me arranqué el pequeño escapulario,
Lo hice un nudo
Y lo tiré al mar.
Ahogué las ascuas de la pasión
En el recuerdo.
Y así, pagana,
Laica e infiel,
Lancé esa cruz sobre la cuneta
Y me puse a andar.
Allá el infierno, allá los cielos.
Allá ese limbo donde descansan
Los niños que nunca nacerán.
Allá el demonio con sus desvanes.
Que venga hasta aquí y que se me lleve
Porque mi fe ya no volverá.
Que venga Dios y me ponga un reto,
Porque si peco, peco sin culpa
Y mi inocencia es aún más pecado
Porque la niego. ¿Qué más me da?
Si ya no hay más barro en este patio,
Si ya mi sangre
No es de su sangre
Si ya mi carne no es de su carne.
Si ya no hay pan con qué comulgar.

16 comentarios:

anilibis dijo...

Encontré esto en el baúl de los recuerdos, y me dije, "vamos a desempolvar a los fantasmas".

Clarice Baricco dijo...

Què bueno que lo compartes.

Son letras duras y reflexivas, para tomarnos un cafè y conversar largamente.
Acaban de sonar las campanas de la iglesia en este pueblo y vuelvo a leer tu poema.

Silencio.

Gracias.

Un abrazo

Anónimo dijo...

Mientras leía el poema, han llamado a la puerta: era el dios de barro. Hemos tomado café juntos. Es un dios muy simpático, con cara de niño travieso y penas de hombre enamorado. Al despedirse me ha dejado este mensaje para tí: "Sin el agua de su risa, sólo soy tierra reseca"

beren dijo...

Está bien lo de desenpolvar poemas y mostrar las sábanas de los fantasmas. Yo he aprendido a hacerlo últimamente. Me gusta especialmente el poema PIRATA, por aquello de entender el cuerpo como un mapa que desplegar y atender a la cartografía del deseo.

Miguel Sanfeliu dijo...

Un poema. Un golpe. Un desahogo. Un lamento. Ira. Rabia. Desencanto. Lágrimas.

Perder el miedo escénico. Lanzarse. Dar un paso detrás de otro. Seguimos en el camino.

Isabel Barceló Chico dijo...

Es impresionante este poema, anilibis, de veras. Tiene muchísima fuerza, mucha rabia contenida y creativa. Vamos, que tu vena creativa te viene de lejos y viene con potencia. Besos querida amiga.

Anónimo dijo...

Un poema muy visceral, me gusto, saludillos

Mariano Cruz dijo...

Me gustan tela. Más...

anilibis dijo...

Clarice:
estaba a punto de aceptar tu invitación cuando caí en la cuenta de que estás en México. Ya me gustaría a mí estar ahí, y no aquí. Pero quién sabe, algún día. Gracias.

Augusto:
dile que se vuelva por donde ha venido, y de paso que te saque la basura. Y un abrazo para ti.

beren:
muchas gracias. Al final, acabamos enganchados a esto de el exorcismo. De hecho, estoy esperando a que mi pantalla empiece a dar vueltas de 360 grados... Un abrazo.

miguel:
No lo dudes, no lo dudes, seguimos. Y por todo el tiempo que haga falta!!

isabel romana:
Gracias, guapa. Ahí queda eso. No dejes que me lo crea.

magallanes:
Saludillos a usted también, pues. Bienvenido.

mariano:
vaaaaaaaaale, espera a que me de otro arrebato. besitos.

Francisco Ortiz dijo...

Pues me gusta y me da que pensar que a veces en estos poemas está más presente ese Dios que en otros en los que se le nombra tan con la boca llena.

Xico Rocha dijo...

Forte muy forte.
Xico Rocha

Anónimo dijo...

Excelente...

Inerzia dijo...

Espero que vuelvas pronto a escribir, y que desempolves más poemas y escribas otros nuevos.
Besos.

Manuel Bernal dijo...

Hola, acabo de encontrarte a través del espejo, digo... de Mariano Cruz, así que apúntame en tu lista de lectores. Bienvenida, infiel!

Jael Uribe dijo...

Hola, gracias por compartirlo...yo tambien escribo, te invito a conocer mi espacio http://poemasdelalma2.blogspot.com

Unknown dijo...

Qué bonita sos, además de escribir cosas tan dolorosamente bellas... tenés mucho de ángel.